CAMBIO
DE ROPA DEL PACIENTE
Cuando un enfermo entra en
un hospital o sufre alguna lesión lo primero que se hace es acondicionarlo para
que el trabajo sea más fácil.
En el pasado se daba más importancia a las tareas que a los enfermos no se tenían en cuenta las costumbres y preferencias del enfermo. Esta rutina tan rígida ignoraba por completo el hecho de que las costumbres personales varían mucho.
El paciente recién ingresado ignora las costumbres del hospital en lo referente a las actividades de vestido si no se le informa previamente. Los pacientes inscritos en la lista de espera suelen recibir información impresa sobre la ropa de dormir que deben llevar, si pueden o no quedarse con su ropa de diario y, si no, los pormenores de la alternativa.
Para la mayoría de la gente la ropa es un símbolo importante de su independencia, por ello los pacientes experimentan angustia cuando ven cómo sus ropas son enviadas a su casa o al almacén del hospital; en estos casos el personal de enfermería hace una lista detallada de todas las prendas y le pide al paciente que la revise y firme la planilla de cuidados de enfermería.
Es muy importante que los profesionales entiendan el problema del paciente: la carencia de sus ropas le hace sentirse despersonalizado y a la vez despojado de la libertad de abandonar el hospital inmediatamente si hubiera alguna razón para hacerlo.
La mayor parte de las personas, incluso quienes no salen de su casa, llevan una ropa durante el día y otra por la noche. Es muy raro que alguien esté con el pijama puesto todo el día. En la actualidad, los hospitales más avanzados animan a los pacientes para que se vistan durante el día, lo cual no sólo mejora su propia imagen, sino que también aporta una demarcación temporal entre estar en la cama y estar "levantado"; también ayuda a crear un sentido de normalidad.
En el pasado se daba más importancia a las tareas que a los enfermos no se tenían en cuenta las costumbres y preferencias del enfermo. Esta rutina tan rígida ignoraba por completo el hecho de que las costumbres personales varían mucho.
El paciente recién ingresado ignora las costumbres del hospital en lo referente a las actividades de vestido si no se le informa previamente. Los pacientes inscritos en la lista de espera suelen recibir información impresa sobre la ropa de dormir que deben llevar, si pueden o no quedarse con su ropa de diario y, si no, los pormenores de la alternativa.
Para la mayoría de la gente la ropa es un símbolo importante de su independencia, por ello los pacientes experimentan angustia cuando ven cómo sus ropas son enviadas a su casa o al almacén del hospital; en estos casos el personal de enfermería hace una lista detallada de todas las prendas y le pide al paciente que la revise y firme la planilla de cuidados de enfermería.
Es muy importante que los profesionales entiendan el problema del paciente: la carencia de sus ropas le hace sentirse despersonalizado y a la vez despojado de la libertad de abandonar el hospital inmediatamente si hubiera alguna razón para hacerlo.
La mayor parte de las personas, incluso quienes no salen de su casa, llevan una ropa durante el día y otra por la noche. Es muy raro que alguien esté con el pijama puesto todo el día. En la actualidad, los hospitales más avanzados animan a los pacientes para que se vistan durante el día, lo cual no sólo mejora su propia imagen, sino que también aporta una demarcación temporal entre estar en la cama y estar "levantado"; también ayuda a crear un sentido de normalidad.
Cambio en el estatus dependencia / independencia del arreglo
personal
La adquisición de soltura para la independencia de las actividades relacionadas con el vestido exige un funcionamiento adecuado del sistema nervioso, no sólo un control del movimiento de las extremidades inferiores y una precisión de movimientos en los superiores, sino también un aprendizaje racional del movimiento. Es necesario además que el sistema musculoesquelético pueda llevar a cabo todas las rutinas necesarias. Las malformaciones congénitas pueden excluir la independencia plena. Cualquier anomalía del sistema puede impedir que una persona sea independiente, hasta el punto de hacerle dependiente en una o más de las actividades relacionadas con el arreglo personal.
Ayudas a la
independencia
Para el vestuario: las cremalleras largas y las tiras de velero son un medio muy valioso para que los ancianos y las personas impedidas puedan seguir vistiéndose con ayuda mínima de otro. Cuando el paciente tiene un brazo o una pierna impedida, el profesional debe ponerle primero la ropa en ese miembro, para que así pueda ayudarse con el otro. Cuando los dos brazos están impedidos, deberá introducir primero una manga, luego cubrirá el tronco y por último la otra manga en cuyo lateral se encuentra la tira de velero o la cremallera. Si el paciente tiene dos piernas impedidas, suele ser preferible ponerle los pantalones mientras está acostado en la cama: hay distintos aparatos pensados para ayudarlos a efectuar solos esta maniobra; sirven también para las medias y la ropa interior.
OBJETIVO
Realizar el cambio de ropa
de cama para satisfacer las necesidades de higiene y confort del paciente.
Material
- Bolsa para ropa sucia.
- Empapador-cubrecamas.
- Guantes de un solo uso, no
estériles.
- Registros.
Equipo
- Almohadas.
- Colcha.
- Fundas de almohadón.
- Funda de Colchón.
- Manivela.
- Manta.
- Sábanas.
PROCEDIMIENTO
1. Realizar lavado de manos.
2. Preparar el material y trasladarlo
al lado del paciente.
3. Informar al paciente.
4. Preservar la intimidad
del paciente.
5. Mantener temperatura
adecuada y evitar corrientes de aire en la habitación.
6. Proteger al paciente de
las caídas.
7. Colocarse los guantes.
8. Poner la cama en posición
horizontal, si el paciente lo tolera.
9. Aflojar ropa de cama.
10. Retirar colcha y manta.
Si están sucias, depositarlas en el carro para ropa sucia.
11. Dejar la sábana encimera
sobre el paciente para que no quede descubierto.
12. Colocar al paciente en
decúbito lateral.
13. Enrollar la sábana sucia
hacia el centro de la cama.
14. Colocar la sábana bajera
limpia enrollándola hasta el centro de la cama y fijando las dos esquinas.
15. Colocar la entremetida y
empapador-cubrecamas, si precisa siguiendo la misma técnica.
16. Volver al paciente hacia
el lado limpio, retirando la sábana sucia, entremetida y empapador-cubrecamas
si las hubiera, depositándolas en las bolsas de ropa sucia y residuos
respectivamente.
17. Estirar la sábana y la
entremetida evitando arrugas, remeterlas debajo del colchón y efectuar el
doblez de las dos esquinas restantes.
18. Poner al paciente en
decúbito supino.
19. Extender la sábana
encimera limpia sobre el paciente, retirando la sucia y depositándola en la
bolsa de ropa sucia.
20. Colocar colcha y manta
si precisa.
21. Doblar la parte superior
de la sábana por encima de la colcha.
22. Remeter con holgura la
sábana encimera y colcha en los pies de la cama para evitar decúbitos y
posturas inadecuadas.
23. Quitar el almohadón sucio
y sustituirlo por uno limpio.
24. Colocar la almohada por
debajo de la cabeza del paciente.
25. Dejar al paciente en
postura cómoda y adecuada permitiéndole fácil acceso al timbre y objetos
personales.
26. Recoger el material.
27. Retirarse los guantes.
28. Realizar lavado de
manos.
29. Anotar en registros de
Enfermería.
OBSERVACIONES
- Se tendrá en cuenta las
posibles patologías que impidan emplear esta técnica.
En algunos casos se
procederás a levantar al enfermo en bandeja, y se cambiará la ropa desde la
cabeza a los pies.
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